domingo, 8 de abril de 2012

Victoria sobre la muerte

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra, su santo brazo, ha alcanzado la victoria.
Salmo 98:1.


Lectura diaria: Salmo 98:1-9. Versículo principal: Salmo 98:1.


REFLEXIÓN


Llegó el día glorioso de la resurrección. Satanás está pisoteado y derrotado porque Jesús se levantó. “Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron. De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos” (1 Corintios 15:20). ¡Gloria a Dios! El acontecimiento más grande del pueblo cristiano es la resurrección del Señor. Por su resurrección también nosotros resucitaremos un día y si se duda de ello, entonces vana seria nuestra fe; nuestra predicación no serviría de nada y nos convertiríamos en falsos testigos (1 Corintios 15:13-15).

“Su diestra, su santo brazo, ha alcanzado la victoria”. “La muerte ha sido devorada por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” (1 Corintios 15:54-55). Ya podemos estar tranquilos. “El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo (1 Corintios 15­:56-57). Nuestro Dios, nuestro Rey ha vencido. Su tumba está vacía y Él está sentado a la diestra de Dios Padre. El enemigo está aniquilado y no tiene ninguna potestad sobre nosotros.

Muy de mañana, el primer día de la semana, unas mujeres fueron a visitar el sepulcro de Jesús y para su sorpresa, “Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro y, al entrar no vieron el cuerpo del Señor Jesús” (Lucas 24:2-3). Se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes quienes les dijeron: “–¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!” (Lucas 24:5b).

¿Estás buscando a Jesús y no lo encuentras? Quizá estás buscando en el lugar equivocado. Tal vez estés pensando en llevar tus cargas y necesidades al brujo, al agorero o al místico y ninguno de ellos puede darte solución. Aquella voz también es perceptible para ti. ¿Por qué lo buscas entre los muertos? Su resurrección es la muestra de su potestad y de su soberanía. En ningún otro líder se puede afirmar que su tumba está vacía. No es una historia ni una fantasía, es real. ¡Cristo está vivo para ti! Para que le permitas vivir en tu corazón y demostrarte cuánto te ama y espera tu acogida. ¡No lo dudes! ¡La victoria también te pertenece!


Amado Señor: Muchas gracias porque tu resurrección es la muestra más fehaciente de tu poder y majestad. Gracias porque la muerte ya nunca más se enseñoreará sobre el pecado y tenemos la victoria contigo.


Un abrazo y bendiciones.


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