sábado, 7 de abril de 2012

Disfrutar todo tiempo

Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios y que el hombre nunca sabe con qué habrá de encontrarse después.

Eclesiastés 7:14.


Lectura diaria. Eclesiastés 7:1-22. Versículo principal: Eclesiastés 7:14.


REFLEXIÓN


La Biblia nos enseña que tenemos que aprender a vivir bajo todas las circunstancias siempre alegres. Esto es en sí el contentamiento. Pablo lo decía muy claro: “he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia” Filipenses 4:11b-12. Si no se tiene para gozar, no importa: alégrese; si se tiene, ¡lógico! Si nos falta un trabajo, dar gracias y pensar que vendrán tiempos mejores, y si se tiene valorarlo, retenerlo y con mayor razón darle gracias a Dios porque no todos pueden decir lo mismo. Esto me recuerda una poesía que escuchaba a una de mis tías cuando era niña y que hablaba de la tristeza por llevar zapatos viejos; tristeza que le duró hasta ver a otro en peores condiciones suyas: ¿cómo podía tener así fueran viejos, si ni siquiera tenía píes?

El estar siempre gozosos y dar gracias en todo van ligados de la mano (1 Tesalonicenses 5:16 y 18), así como lo están el descontento y la amargura: una cosa lleva siempre a la otra. Lo más difícil de no enfrentar los momentos malos es que vamos buscando culpables por todas partes, cuando en realidad somos nosotros mismos quienes nos estamos acabando, permitiendo que vayan creciendo en el corazón raíces de amargura que de por sí, son difíciles de erradicar.

¿Qué sacamos de las experiencias malas que afrontamos? Probablemente un buen aprendizaje porque de éstas, seguro que aprendemos muchísimo. Cada nuevo día nos trae una nueva lección y sucede cuando en verdad reconocemos y empezamos a analizar objetivamente los obstáculos. En el transcurso de la vida siempre habrá algo nuevo para aprender sea bueno o malo. “Tan importante como dar un paso adelante en la vida, a veces es dar un paso atrás” (Julio Llamazares, escritor y periodista español).

Aprendamos a gozar cada día, hora, minuto y segundo; no sabemos si al siguiente… todavía nos encontremos. Y aprendamos a amar nuestros errores, desilusiones y traspiés. Ese retroceder será el impulso que nos llevará a la meta final.


Señor: Permite que en el corazón siempre haya lugar para darte gracias y regocijarnos cualquiera que sea la circunstancia que estemos viviendo.


Un abrazo y bendiciones.

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