lunes, 9 de abril de 2012

Buenas nuevas para todos

–¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!
Hechos 11:18.


Lectura diaria: Hechos 11:1-18. Versículo principal: Hechos 11:18.


REFLEXIÓN


Cuando vino el Señor Jesús a la tierra se cumplió la promesa de Dios para toda la humanidad, de un Salvador que vendría a redimirnos del pecado. El pueblo judío era el que esperaba con más ansías este Redentor, pues era su pueblo escogido y a ellos a través de los profetas les fue anunciado este mensaje. Por ser su pueblo creían que solamente ellos podían tener acceso al arrepentimiento por medio de Jesucristo. Además de anhelarlo en esa época porque estaban bajo el imperio de Roma y esperaban un Mesías reinante que los librara de ese yugo (interpretaron mal las Escrituras porque de todas maneras lo mataron. No entendieron que primero vendría como Mesías sufriente). A través de su Palabra, Dios nos hace saber que el cumplimiento de tal promesa es para todos. El Señor por medio de Cornelio un centurión italiano, le hace ver a Pedro que la redención es para todo el mundo: tanto judíos como gentiles (gentil: término utilizado por los judíos para referirse a las naciones o individuos no-judíos), tienen acceso a ella.

Con Abraham entramos todos. La promesa fue: “¡Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!” (Génesis 12:3b). Más tarde antes del suceso con Cornelio, cuando el Señor llama a Saulo de Tarso (Pablo) y éste quedó ciego, ante la negativa de Ananías de ir a imponerle las manos para devolverle la vista, le dice lo siguiente: “–¡Ve! Insistió el Señor–, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel” (Hechos 9:15). Considero que si los acontecimientos sucedieron en el orden que aparecen fue porque el Señor también estaba preparando a Pedro para que aceptara a Pablo como su embajador ante los gentiles.

Gracias al mensaje del apóstol Pablo, nosotros tenemos acceso al evangelio y conocemos de Jesucristo como Señor y Salvador personal. Venimos a ser hijos espirituales desde generaciones pasadas de Pablo de Tarso. El hombre que aprobó el martirio de Esteban, y quien luego de su conversión, pasó de perseguidor a perseguido.

Muy seguramente tú puedes ser oponente al cristianismo. Te invito a que conozcas quién es en realidad Jesucristo y te vuelvas a Él. El arrepentimiento también es para ti a través del único que dio su vida por tus pecados. No lo deseches. Es el mejor regalo ofrecido a los hombres. Entrégale tu vida a Jesús. Te demostrará su amor incondicional y tendrás la vida eterna a su lado.


Amado Señor: Gracias por regalarnos una salvación tan grande. Gracias por acordarte de tu promesa y no dejarnos por fuera de la bendición otorgada al patriarca Abraham.


Un abrazo y bendiciones.

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