lunes, 26 de octubre de 2009

Los mejores deseos para los discípulos

Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.

3ª. Juan 2.

Lectura diaria: 3ª. Juan 1-15. Versículo del día: 3ª. Juan 2.

ENSEÑANZA

Juan el apóstol y evangelista nos enseña a través de esta Epístola, el amor fraternal que surge entre el maestro y los discípulos. Una afinidad y cordialidad envuelta en sentimientos de profundo cariño y abnegación. Como un padre o madre terrenal se siente orgulloso de sus hijos al ver que andan por el camino correcto. “Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad”, verso 4. Cuando se tienen discípulos se goza con ellos en sus alegrías pero también se llevan a cuestas sus caídas y tristezas. De ahí la importancia de tomar el evangelio y practicarlo tal como es; como lo enseñó el Señor Jesucristo, aprendiendo a darnos total y voluntariamente a aquellos que continuarán la obra. Orando no sólo por su bienestar espiritual sino físico y material. Dicen que el discípulo es copia del maestro y en este caso Juan sabía muy bien lo que era practicar el amor fraternal, pues lo había recibido en gran manera de su “Señor” y estaba dispuesto a ofrecerlo de igual modo. Tanto en el evangelio como en sus cartas Juan siempre nos muestra y enseña la importancia del amor; aquel amor que todo lo da sin esperar nada a cambio. Aprendamos de este manso apóstol y brindémosle a nuestros hermanos y discípulos el mismo amor que el gran Maestro nos dejó como su legado perfecto; teniendo en cuenta que la oración por ellos es el mejor regalo que podemos ofrecerles.

Un abrazo y bendiciones.

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