No envidies en tu corazón a los pecadores;…Cuentas con una esperanza futura, la cual no será destruida.
Proverbios 23:17-18.
Lectura diaria: Romanos 5:1-8. Versículo del día: Proverbios 23:18.
ENSEÑANZA
Gracias a Dios nosotros contamos con una esperanza futura: la de alcanzar la gloria venidera; la esperanza reservada para nosotros en el cielo (Colosenses 1:5-6). Todo lo de esta vida terrenal es pasajero, aquí solamente somos peregrinos y lo que de verdad vale es el sitio de privilegio apartado por el Señor para sus hijos, allá en el cielo. ¿Cuántas veces nos incomodamos e incluso airamos al ver cómo salen los impíos adelante? Sí, mientras estemos en este cuerpo carnal, nos va a quedar difícil entender esta paradoja. Es absurdo que una persona creyente en Jesucristo, tenga que pasar más adversidad que un hombre mundano. Sin embargo, cuando ponemos la mirada en lo que está adelante, en lo porvenir, descubrimos que todo infortunio es una ganancia al lado de lo que les espera a los pecadores. Con razón Pablo nos lo afirma en Romanos 5: 2-4 cuando dice que el sufrimiento produce la perseverancia que nos imprimirá el carácter para alcanzar la esperanza que no defrauda. ¿Por qué entonces, preocuparnos tanto? Si mientras para nosotros será la gloria eterna la que nos aguarda, para ellos será el sufrimiento eterno. Regocijémonos y démosle gracias a Dios por habernos rescatado de las garras del infierno y de la muerte espiritual, porque nuestra esperanza jamás será destruida.
Un abrazo y bendiciones.
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