martes, 6 de octubre de 2009

Las promesas cumplidas son gratitud

¡Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al Altísimo! Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás

Salmo 50:14-15.

Lectura diaria: Salmo 50:1-23. Versículo del día: Salmo 50:14-15.

ENSEÑANZA

Ante Dios las promesas se constituyen en gratitud. Bien nos exhorta el Predicador en Eclesiastés a no prometer lo que no podemos cumplir. “No te apresures, ni con la boca ni con la mente, a proferir ante Dios palabra alguna; él está en el cielo y tú estás en la tierra. Mide pues tus palabras” Eclesiastés 5:2. Si le hemos ofrecido a Dios un voto, lo mejor es cumplirlo cuanto antes. El salmista nos enseña que una de las maneras de demostrarle a Dios gratitud es cumpliéndole lo prometido. Así pues, el voto o promesa se convierte en acción de gracias y es el antecedente que nos permitirá acercarnos a Dios en el día malo, para recibir su ayuda. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos escuche y muestre su fidelidad si nosotros tampoco le somos honestos? Recordemos que el sacrificio que le agrada a Dios, es el espíritu quebrantado, arrepentido y agradecido; actuando de esta manera, es más fácil esperar que el Señor nos atienda y tenga en cuenta nuestras súplicas.

Un abrazo y bendiciones.

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