Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido.
Salmo 71:18.
Lectura diaria: Salmo 71:9-24. Versículo del día: Salmo 71:18.
ENSEÑANZA
La vida está llena de dificultades, pero aun así, debemos aprender del salmista sea cual fuere la situación, a exaltar el nombre del Señor porque su fidelidad llegará. Aunque nos parezca demorado, olvidadizo, injusto e inclemente “me has hecho pasar par muchos infortunios, pero volverás a darme vida; de las profundidades de la tierra volverás a levantarme” (verso20). El Señor volverá en el momento menos esperado “acrecentarás mi honor y volverás a consolarme” (verso 21). Lo hermoso es reconocer, después de las aflicciones y tribulaciones, lo sublime y poderoso que es nuestro Dios al sacarnos con su mano prodigiosa adelante; es poder entregarle a Él todo honor y gloria. “Después de la tormenta llega la calma”; dicho bien popular que se hace realidad en los justos, con una calma llena de sobre-bendición. Todas estas hazañas tenemos que darlas a conocer a los que están a nuestro alrededor, para que también ellos las divulguen y de esta manera dejar un legado de la grandeza de Dios a las generaciones venideras. Señor: permítenos aún en la ancianidad a proclamar tu nombre.
Un abrazo y bendiciones.
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