domingo, 11 de octubre de 2009

La paz verdadera

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden

Juan 14:27.

Lectura diaria: Juan 14:1-4 y 25-31. Versículo del día: Juan 14:27.

ENSEÑANZA

La paz es tranquilidad, sosiego, plenitud física y síquica, no sólo como ser individual, sino también social. A la luz de la Biblia creemos que la paz es consecuencia de la obediencia a Dios. Actualmente no hay paz social porque tampoco existe la paz individual. Cuando el hombre sólo busca por egoísmo lo suyo y está en conflicto con Dios, no puede estar en paz con el prójimo. La guerra es dada por el alejamiento de Dios. La verdadera paz viene de Dios y es el resultado de la justicia. El Señor Jesucristo vino a darnos esa paz; a través de su muerte nos justificó y perdonó, precisamente para restaurarnos y hallar en Él la paz que sobrepasa todo entendimiento “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7). Notemos que es importante no sólo guardar el corazón, sino también los pensamientos. En la desesperación es muy fácil dejarnos llevar por todo pensamiento que se nos cruza en la cabeza y ahí es donde tenemos que aprender a llevarlos cautivos a Cristo Jesús, porque de lo contrario le estamos dando alas al adversario (diablo), para que se adelante. Él aprovechará toda circunstancia para caernos encima. Entendiendo la paz como fruto del Espíritu Consolador que Dios nos prometió, debemos aferrarnos a ella, sabiendo que el Señor tomará el control de toda situación para que nosotros podamos sobrepasar los tiempos difíciles “no se angustien ni se acobarden” nos ordena Jesús. El capítulo comienza con lo mismo: “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí” (verso 1). Busquemos la llenura del Espíritu Santo, para encontrar la paz verdadera, a pesar de…

Un abrazo y bendiciones.

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