sábado, 17 de octubre de 2009

La tumba vacía

¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!.

Juan 19:2b.

Lectura diaria: Juan 19:1-9. Versículo del día: Juan 19:2.

ENSEÑANZA

¡Gloria a Dios por esa tumba vacía! El milagro más grande de la fe cristiana, es en mi concepto la resurrección del Señor Jesús. Si Cristo no resucitó, vana sería nuestra fe (1ª. Corintios 14:14), y si no hubiese muerto no hubiera podido resucitar; pero gracias a su muerte y resurrección, nosotros tenemos vida. Con su muerte tenemos el perdón de los pecados y la sanidad del cuerpo; con su resurrección la certeza de que nuestra muerte no será para siempre; con razón Pablo dice que dormiremos porque cuando el Señor vuelva, los muertos en Cristo (los que duerman), resucitarán primero y los que hayamos quedado, seremos arrebatados hasta las nubes. Por su resurrección sabemos que está vivo, sentado a la diestra del Padre intercediendo por los hombres. Por su bendita resurrección podemos entregarle nuestra vida; sería en vano abrir nuestro corazón a un Dios muerto. Creo desafortunado por la tradición quizá, hacer más énfasis en la muerte y pasión de Cristo que en su gloriosa resurrección. El milagro más grande y poderoso de la Iglesia se encuentra en el acontecimiento de la resurrección de Cristo el Señor. Acontecimiento tan grande que ha sido el único de dividir la historia de la humanidad en dos: antes y después de Cristo. Vivamos con la sublime esperanza de resucitar un día, triunfantes porque Él venció a la muerte tanto física como espiritual, para darnos vida y vida eterna.

Un abrazo y bendiciones.

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