—Les aseguro —dijo— que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Todos ellos dieron sus ofrendas de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para su sustento.
Lucas 21:3-4. NVI.
Lectura: Lucas 21:1-4.
Versículos del día: Lucas 21:3-4.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor no está
interesado en nuestro dinero porque Él es el dueño de todo el oro y la plata
del mundo; sin embargo, sí desea que seamos buenos administradores de lo que
nos ha dado. Y de lo entregado, le corresponde al Señor una parte. Pero no hay
que dar por obligación o por desear recibir el doble o triple; hay que dar de
acuerdo a lo que nos propongamos y con alegría de corazón porque es para el
Señor (2 Corintios 9:7). El Señor no quiere lo que nos sobra. Desea vernos con
una buena actitud al dar. No podemos dejar que el dinero se convierta en un ‘dios’.
El ejemplo de esta mujer
viuda nos hace recapacitar y entender que Dios merece de nuestra parte todo lo
mejor. Y entre lo mejor está también la humildad para dar. Dios no se fija en
cuánto sino en la actitud del corazón. No sé por qué duele tanto meterse la
mano al bolsillo para dar, sin danos cuenta que dar es una bendición porque “Hay
más dicha en dar que en recibir” (Hechos 20:35), y si es para el Señor con
mayor razón.
Amado Señor:
gracias por tu Palabra que está lista siempre para enseñarnos, Gracias porque
nos muestras que el apego al dinero no es bueno para el cristiano porque lo
aleja de la fe verdadera. ¡Tú mereces lo mejor! Queremos ser dadores alegres tanto
Contigo como con el prójimo. Gracias por tu enseñanza mi Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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