sábado, 27 de agosto de 2022

Señor: enséñame a pedir, a buscar y a llamar

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. 

Mateo 7:7-8. NVI.


Lectura: Mateo 7:1-12. Versículos del día: Mateo 7:7-8.


MEDITACIÓN DIARIA


Ese “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá”, es para mí. Yo le dije al Señor, dame algo de tu Palabra que me haga entender la importancia de recibir y esto fue lo que el Señor me mostró. Entonces, resolví hacer mi devocional sobre este tema porque para mí es muy fácil dar, pero no recibir. Muchos creen que es orgullo de mi parte, pero no. Creo que fue mi crianza la que me marcó tan fuertemente en este sentido. En mi hogar materno estaba muy mal visto pedir un favor o ayuda. Tal vez mi madre sí lo hacía por orgullo, pero en mi caso, muchas veces lo hago hasta inconscientemente.  ¡Y esto sí, que molesta a mis hijos! Pues ni con ellos soy capaz de usar en sus casas algo sin decir, o tomar alguna cosa si no pido permiso primero. Estoy convencida que no lo hago por mortificarlos. Mi oración es porque el Señor me enseñe a ser más relajada, más tranquila. Que yo pueda recibir, así como me encanta dar; que de una vez por todas entienda que no puedo robarle la bendición al que me está ofreciendo algo de lo suyo.


Amado Dios y Señor mío: te doy gracias por los cambios que Tú has hecho en mi vida y porque por tu bendita gracia ahora soy completamente Tuya. Mi Señor, incluso no sé si todavía tengo rezagos de orgullo, de altivez o de engreimiento que no hayan sido completamente expulsados y ahora me estén robando la paz. Te ruego mi Señor, ante todo, me perdones y también me limpies con tu preciosa sangre de todos ellos. Mi deseo es cambiar, gozar y no lastimar a nadie, menos a mis hijitos, familiares o amistades especiales. Borra de mi mente las palabras que me hayan causado esta tendencia y hazme vivir la vida con la entera libertad que Tú sabes dar. Enséñame a pedir, a buscar y a llamar tal como lo hago Contigo, sin que por esto me sienta mal. Muchas gracias Señor Jesús. ¡Te amo mi Señor y te necesito!


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: