viernes, 19 de agosto de 2022

¡Alaba alma mía al Señor!

Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. 

Salmo 103:2. NVI.


Lectura: Salmo 103:1-22.  Versículo del día: Salmo 103:2.


MEDITACIÓN DIARIA


Me encanta este Salmo de David. Definitivamente su corazón siempre estuvo acorde con la alabanza y adoración a su Señor; sin lugar a dudas su corazón transparente, agradecido y sincero de manera tan especial fue lo que Dios vio para decir de él: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón” (Hechos 13:22).

Nosotros, a menudo nos olvidamos de todas las cosas buenas que el Señor nos hace. El solo hecho de perdonarnos y darnos juntamente con Él la vida eterna, es más que suficiente. Y si miramos más allá, cuántas veces nos ha levantado de una enfermedad grave. Yo puedo dar fiel testimonio que en vez de permitir que la muerte me llevara, extendió su mano hacia mí y me coronó de amor y tiernas misericordias, tal como lo dice el versículo 4. El Señor también colma nuestra vida de bienestar y, es más: nos rejuvenece como a las águilas. Dice más adelante el Salmo que no nos trata conforme a nuestros pecados si no que los echa tan lejos como está el oriente del occidente. Sabe que somos barro y por lo tanto débiles, por eso es tierno y compasivo. ¡Su amor es inagotable!


¡Oh Señor! Tan grande es tu amor, perdón, ternura y compasión que no tenemos palabras para agradecerte tanto bien. Por eso, igual que David queremos que todo nuestro ser irrumpa en adoración a Ti. Gracias porque tu amor permanece para siempre y se extiende hacia nuestros hijos y los hijos de ellos. Sí; si que todos los ángeles y ejércitos celestiales te alaben; que toda tu creación grite con júbilo hacia el Rey Creador y Salvador. ¡Todo nuestro ser te alaba buen Dios! ¡Alaba alma mía al Señor!


Un abrazo y bendiciones. 

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