martes, 8 de septiembre de 2020

Porque tu Palabra no regrresa vacía

 

Basándose en las Escrituras, les explicaba y demostraba que era necesario que el Mesías padeciera y resucitara. Les decía: Este Jesús que les anuncio es el Mesías. 


Hechos 17:2-3.


Lectura: Hechos 17:1-9.  Versículos del día: Hechos 17:2-3.


MEDITACIÓN DIARIA


Pablo y Silas en Tesalónica, hablando a los judíos en la sinagoga para que abrieran los ojos y creyeran en que Jesús era el Mesías sufriente. Algunos judíos se convencieron y con ellos unas mujeres prominentes y muchos griegos que adoraban a Dios. Igual como sucedió en otros sitios donde llevaron el mensaje de las Buenas Nuevas, se armó una turba que incitó a toda la ciudad en contra de ellos (vv. 3-5).

Bueno; ese fue el precio que Pablo tuvo que pagar por el Señor Jesús. Nosotros, aquí en Occidente hasta ahora por lo menos, somos libres de explicar y demostrar quién es Jesús de Nazaret y sin embargo no lo hacemos. Notemos que ellos se basaban completamente en las Escrituras porque estas son las que dan testimonio de Cristo (Juan 5:39). La ley fue hecha para dirigirnos a Cristo, pero nosotros ahora, no estamos viviendo bajo la ley sino bajo la gracia. Por la fe recibimos la justificación y Dios nos ve justos por haber aceptado la obra de Jesús en la cruz. Estas mismas cosas son las que tenemos que anunciar basados también en la Palabra, porque cuando lo hacemos de este modo, su Palabra no regresa vacía; cala hasta lo profundo y redarguye de pecado a la persona que nos está escuchando. ¡Hagámoslo!


Amado Señor Jesús: Los tiempos están difíciles y no sabemos en qué momento se nos va a prohibir compartir tu mensaje de salvación. Enséñanos a hablar de Ti basados en tu Palabra para que sea tu Santo Espíritu tocando corazones y permitiendo que los que escuchen se conviertan. Utilízanos Señor. Somos tus discípulos y queremos ser sensibles a tu mandato del cumplimiento de la gran comisión. Gracias bendito Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

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