jueves, 29 de noviembre de 2018

Verdaderos siervos


Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. 
Marcos 9:35. NVI.

Lectura: Marcos 9:33-37.  Versículo del día: Marcos 9:35.

MEDITACIÓN DIARIA

Si algo he aprendido en la vida cristiana es a doblegar el orgullo. Le doy gracias al Señor porque en ese andar diario nos enfrentamos a diversas situaciones que nos permiten vivir múltiples facetas, y es ahí cuando sale a relucir el voltaje de nuestro ego. Jesús nos dejó un ejemplo claro, en el pasaje donde lava los pies a sus discípulos; Él, el Maestro de Galilea. A Pedro le parecía imposible: “¡No! —protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! —Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo” (Juan 13:8). Fue un ejemplo muy valioso para darnos una lección de servicio y de humildad. “Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica” (Juan 13:15-17).
Definitivamente, creernos más que otros o querer sobresalir pasando por encima de los demás, no es otra cosa que elevar el ego para darle cabida a un orgullo prepotente. “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Que nos quede bien claro y no se nos olvide: el Señor espera que seamos verdaderos siervos suyos.

Señor Jesús: Tú fuiste el ejemplo por excelencia de servidor. Enséñanos a vivir para Ti y de acuerdo a lo que esperas que demos cada uno. Gracias porque en tu reino no existen estratos sociales, ni razas ni idiomas; no existen unos mejores que otros. Todos valemos ante tus ojos por igual. Gracias bendito Señor por tratarnos de ese modo. De verdad que hemos aprendido a doblegar nuestro orgullo y a servirte a través del prójimo.

Un abrazo y bendiciones..

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