Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas.
Marcos 7:6-7. NVI.
Lectura: Marcos 7:1-16. Versículos del día: Marcos 7:6-7.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor Jesús les responde a los fariseos y maestros
de la ley con las palabras de Isaías, cuando ellos criticaban el hecho de que
sus discípulos no se lavaran las manos antes de comer. Les recrimina por
mantener sus propias tradiciones en vez de buscar en verdad los mandatos de
Dios.
Considero que entre los cristianos pasa mucho eso. Hay
tantos peros y nos en las iglesias, que se ha olvidado completamente que
estamos viviendo bajo la gracia; “sus enseñanzas no son más que reglas humanas”
(v. 7b), que hacen más mal que bien.
El Señor siempre mira más allá, no lo superficial. Le
importa muchísimo el corazón del hombre antes que cualquier otra cosa que se
quiera imponer. Para el Señor no existen caras bonitas ni feas; todas son por
igual. Pero tiene bien en cuenta, qué es lo que se abriga en el corazón de cada
persona. “Y recabando de nuevo la atención de la gente, les dijo: — Óiganme
todos y entiendan esto: Nada externo al ser humano puede hacerlo impuro. Lo que
realmente hace impuro a uno es lo que sale del corazón. [Quien pueda entender
esto, que lo entienda]” (vv. 14-16). Tengamos bien presente esta reprensión
porque no son rituales ni preceptos humanos lo que nos pide, es un corazón dispuesto
para Él.
Amado Dios: te damos gracias por mostrarnos a través
de tu Palabra los errores en los que caemos fácilmente. Permite que de nuestro
corazón brote todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable y todo lo sincero para que sea ese el testimonio que brindemos a
los que no te conocen. ¡Bendito eres buen Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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