¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche, al son del decacordio y de la lira; al son del arpa y del salterio!
Salmo 92:1-3. NVI.
Lectura: Salmo 92:1-15. Versículos del día: Salmo 92:1-3.
MEDITACIÓN DIARIA
Sí, sí; ¡es hermoso darle gracias al Señor! ¡Se nos
olvida tanto! No somos para nada agradecidos; ni con las personas que nos hacen
tanto bien y mucho menos con Dios que ni siquiera vemos. Pero precisamente, si
salimos en la mañana a ver la alborada hay un motivo para hacerlo. Y si es al
oscurecer, con mayor razón porque bien nos lo dice el Salmista: “tu fidelidad
por la noche”; un día más que nos regala. Me fascina sentarme en las mañanas en
el balcón de mi hogar a divisar el panorama que tengo enfrente: verde por todos
lados, pajaritos que vuelan, garzas blancas y patitos oscuros. Diviso un árbol
que se me antoja es el Señor y al que denominé: ‘Jesús, camino a Emaús’. Ya en
el atardecer cuando el ocaso empieza sus destellos, como dice la canción de
Arnulfo Briceño cantándole a su Llano amado de Colombia (que es el mío también):
‘donde el azul del cielo se confunde con el suelo en la inmensa lejanía’, me
embeleso mirando el firmamento emitiendo rayos rojos, naranja, grises, morado
quizá, y dispersos en la bóveda celeste inundando el ambiente de calidez y
sosiego. ¡Oh Dios, son tantas las cosas
por las que estar agradecido!
No temamos cantarle al Señor lo que nos salga del
corazón. Podemos hacerlo cuando admiramos su asombrosa creación así vayamos
caminando. Cuando estamos realizando un oficio; bañándonos, vistiéndonos,
comiendo. Aprendamos a darle gracias por el aire que respiramos, por el techo
que nos cubre, por el agua que bebemos. ¡Son tantos sus favores! Y tal
pareciera que viviéramos inertes. No; que este mes, donde aquí en Estados
Unidos se tiene un día para dar gracias, todos aprendamos cada amanecer a
voltear los ojos hacia nuestro Creador y le digamos: ‘gracias buen Señor’.
Sí. Gracias, muchas gracias bendito Dios. No solamente
por tenernos en cuenta y darnos unas horas más para vivir, sino por las muchas
maravillas con las que sabes alegrarnos cada día. Eres Grandioso Señor y a Ti
elevamos nuestros ojos y nuestra canción de agradecimiento. ¡Solo Tú Eres digno
de recibir toda la adoración y la alabanza por los siglos de los siglos!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario