Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.
Salmo 100:4. NVI.
Lectura: Salmo 100:1-5. Versículo del día: Salmo 100:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Se llegó el gran día: el día esperado para que por lo
menos hoy, volteemos los ojos a Dios y le demos gracias. Son tantas cosas por
las que darle gracias que ni enumerar se pueden.
Te invito a que sigas el ejemplo de esta gran nación y
empieces a dar gracias por lo que tienes, por lo que te falta; por tus alegrías
y por tus tristezas también. ¿Por qué no copiar esta bonita tradición? Si
nuestros países latinos copiaron muy bien el ‘Halloween’ que es para honrar a
Satanás, ¿Por qué no hacerlo en el ‘Thanksgiving’ para honrar al Rey? Te invito
a que empieces tu día dando gracias a Dios por tu vida, por tu familia, porque
tienes un techo en donde refugiarte, tienes alimento para comer y ropa para vestirte.
Y muy seguramente tienes ¡muuucho más! “Aclamen alegres al Señor, habitantes de
toda la tierra; adoren al Señor con regocijo. Preséntense ante él con cánticos
de júbilo. Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos
su pueblo, ovejas de su prado” (vv.1-3)
¡Sí, sí, gracias buen Señor! Eres Dios, el Rey
Soberano y Enaltecido por siempre. Hoy te exaltamos y te decimos: gracias,
gracias porque nos has permitido entrar a tus atrios alabando y adorando tu
Nombre. La creación entera te bendice y te honra. Toda ella sabe que Eres el Único
en recibir eterna adoración. Las flores abren sus pétalos, las palmas se elevan
imponentes como queriendo alzar sus brazos; los pajaritos elevan su trino, las
ardillas corren y las iguanas menean su cola; todos para exclamarte: ¡Gracias,
gracias Dios de la creación! Y yo te digo: ¡Gracias mi Señor y Salvador!
Un abrazo y bendiciones.
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