lunes, 19 de noviembre de 2018

Llevemos a cuestas la cruz del amor


Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.  
Marcos 8:34.

Lectura: Marcos 8:31-38.  Versículos del día: Marcos 8:34.

MEDITACIÓN DIARIA

El tomar la cruz no significa lo que muchos dicen ante una enfermedad, un trabajo agotador o una mala relación, por ejemplo. No es llevar una carga, para eso el Señor ya la llevó. El cristiano debe ver la cruz como el símbolo que nos une directamente con Dios. En ella se refleja todo el amor derramado hacia una humanidad caída y perdida. Viéndolo desde este punto, considero que el negarse a sí mismo tiene que ver con el amor. El Señor nos demanda amor hacia Él y amor hacia el prójimo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas El segundo es: Ama a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que estos” (Marcos 12:30-31). Difícil, sí. Aparentemente es sencillo cuando lo tomamos a la ligera, pero cuando el Señor nos exige más allá, cuando nos saca del confort en el que a veces nos dormimos, no es para nada fácil. Quizá pensamos que amar al Señor es fácil, que es más difícil amar al prójimo y tal vez sí, pero, “el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto” (1 Juan 4:20). El mismo Señor Jesús dijo: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:34-35). “Si alguien quiere ser mi discípulo” dijo el Señor (versículo del día); y “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”. Amor, amor, y solo amor. ¡Cuánta falta nos hace!
Personalmente creía que me era muy fácil amar, hasta cuando Dios permitió algo que cambió totalmente mi percepción de lo que es el verdadero amor. Nuestro verdadero compromiso de tomar su cruz y seguirlo se va a notar en el amor con el que enfrente las dificultades. ¡Es que el amor tiene que ver con tanto! En especial, diría yo, con el perdón, con la entrega, con las actitudes, con las palabras y hasta con la reprensión. El amor debe ser el distintivo del cristiano (1 Corintios 13). La cruz lleva dos palos: vertical y horizontal. La vertical, nos lleva hacia el amor a Dios y la horizontal, hacia el amor al prójimo. ¿Hasta dónde puedes tomar esa cruz de amor?

Amado Señor: Todo lo hiciste por amor. Por tu amor nos buscaste, nos encontraste, nos perdonaste, nos vivificaste y nos restauraste. Gracias bendito Dios por tanto amor otorgado. Enséñanos a devolver esa dosis de amor en las personas que nos rodean así no sean de nuestro agrado, nos hallan herido o maltratado, así creamos que no merecen nuestro amor. Tampoco nosotros merecíamos el tuyo y nos lo diste como regalo. Queremos seguir tu ejemplo y que el mundo nos vea diferentes para la honra y gloria Tuya.

Un abrazo y bendiciones.

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