martes, 23 de octubre de 2018

Si obedecemos tendremos bendiciones por doquier


Jamás te apartes de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses. 
Deuteronomio 28:14. NVI.

Lectura: Deuteronomio 28:1-14.  Versículo del día: Deuteronomio 28:14.

MEDITACIÓN DIARIA

“Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre...” Serás bendito en la ciudad como en el campo; Será bendito el fruto de tu vientre como el de todo tu ganado; será bendita tu canasta como tu mesa de amasar; bendito en el hogar, bendito en el camino; el Señor te concederá la victoria frente a tus enemigos; mandará las lluvias en el tiempo oportuno; siempre serás cabeza y no cola; igualmente, estarás en la cima no en el fondo (vv. 3-14). Y especialmente, “El Señor te establecerá como su pueblo santo” (v. 9). Estas son las bendiciones que el Señor Dios de Israel le dejó a su pueblo, antes de poseer la tierra que les iba a entregar. La Biblia es toda una sola y nos toca leerla desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Y si eres de los que crees que con el Señor Jesús hay un Nuevo Pacto, así es; pero recordemos que el Nuevo Testamento también nos llama a obedecerle a Dios y adorarle como se merece; “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Al hacerlo el Señor mismo se encargará de suplir todas las necesidades (Mateo 6:33; Filipenses 4:19). “Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” (Mateo 25:21); “Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados” (Mateo 5:6). Estas por nombrar algunas de las bendiciones, pero se encuentran muchas más.  
Así que no nos digamos mentiras: en el Nuevo Testamento también vemos un cúmulo de bendiciones siempre y cuando hagamos las cosas bien. Igualmente, al creer en el Señor Jesús, Él nos establecerá como su pueblo santo. ¡Gloria a Dios!

Amado Señor: gracias porque la suma de tu Palabra es verdad y no podemos quitar ni una coma de ella. Enséñanos a aceptarla de tal modo que corroboremos lo dicho en el Antiguo Testamento, aplicando lo del Nuevo. Quita de nosotros cualquier clase de ídolo que tengamos.. Queremos ser obedientes a Ti y apartarnos de todo lo que implica tenerte en el segundo plano. ¡Bendito eres por siempre Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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