viernes, 19 de octubre de 2018

¡Cómo no admirarte buen Dios!


Oh Señor, por siempre cantaré la grandeza de tu amor; por todas las generaciones proclamará mi boca tu fidelidad. 
Salmo 89:1. NVI.

Lectura: Salmo 89:1-13.  Versículo del día: Salmo 89:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Es hermoso encontrarnos con las maravillas del Señor y empezar a alabarle por su grandeza y poder. ¡Cómo no comentar entre los que nos rodean y los de afuera, lo que ha sido su fidelidad! ¡Es imposible no hablar! ¡El Señor es tan bueno! Contemplar sus cielos es extasiarnos con sus prodigios. Y bien lo dice aquí el Salmista: “Declararé que tu amor permanece firme para siempre, que has afirmado en el cielo tu fidelidad” (v. 2); “Los cielos, Señor, celebran tus maravillas, y tu fidelidad la asamblea de los santos. ¿Quién en los cielos es comparable al Señor? ¿Quién como él entre los seres celestiales?” (vv. 5-6). ¡Es hermoso este Salmo!
No sé, si será porque me gusta admirar la naturaleza, pero hasta en la más pequeña flor veo la mano de Dios tendida ahí, para crearla y hacerle los arreglos respectivos hasta que dice: ‘ya está’, y empieza a brotar con sus maravillosos colores exaltando así, a su Creador.
Adoremos al Señor por su obra majestuosa en el universo; por su amor eterno que jamás cambia y por su fidelidad incomparable.

Amado Dios y Señor de toda creación: a Ti elevamos nuestros ojos para exaltar tu Nombre; para decirte que no hay otro Dios como Tú. Eres tan perfecto buen Señor, que no hay palabras para engrandecerte y adorarte como lo mereces. Pero recibe buen Dios, esta oración que sale del corazón agradecido por tanto amor derramado. Siendo tan poca cosa, pusiste tus ojos en mí para buscarme y llevarme de la mano Contigo. ¡No merezco tanto mi Señor! Gracias porque, aunque débil sea, tu fidelidad jamás cesará. ¡Gracias, muchas gracias por haberme amado tanto!

Un abrazo y bendiciones.

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