miércoles, 3 de octubre de 2018

Sembrar la semilla de tu Palabra en los pequeños


Enséñenselas a sus hijos y repítanselas cuando estén en su casa y cuando anden por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten. 
Deuteronomio 11:19. NVI.

Lectura: Deuteronomio 11:16-32.  Versículo del día: Deuteronomio 11:19.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Dios no solamente les dice a los de su pueblo que se graben en el corazón y la mente sus palabras (v. 18), sino que también se las inculquen a los que vienen, a las generaciones posteriores. Agrega el versículo que sigue al del día: “escríbanlas en los postes de su casa y en los portones de sus ciudades” (v. 20). Muy seguramente ya no se escribirán en los postes y portones pero si tenemos acceso a muchos cuadros y adornos muy bonitos e ilustrativos que podemos colgar en sus alcobas y resto de los hogares, que además sirven de hermosa decoración.  Por eso, de igual manera manda lo siguiente la Palabra de Dios: “Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará” (Proverbios 22:6).
Me alegró ver que mi nietecita de dos añitos y ocho meses, va entendiendo el camino del Señor y como solución a sus problemas pide que se le ore a Papito Dios. Lloró porque se despertó, no vió a sus papis que estaban comprando unas cosas y al llegar ellos a consolarla le decían que no tenía por qué llorar así, que estaba con los abuelitos y el tío; además ellos jamás la dejarían. La niña solo le musito a su papi: ‘ora para que se me pase el miedo’. También vio al caminar una palomita herida en una patica y pidió a sus papitos orar para que la palomita se sanara. Esas actuaciones me hicieron comprender más profundamente, la necesidad de enseñarle a los niños el camino de Dios y la obligación que tenemos con Dios de hacerlo correctamente.

Amado Dios: Gracias por la linda labor que tenemos como padres, abuelos y educadores de los que empiezan a vivir. Te rogamos Señor que nos llenes de tu Santo Espíritu con sabiduría, discernimiento y amor hacia los pequeños, para sembrar en ellos la semilla de tu Palabra. ¡Bendito eres buen Dios y Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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