El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian.
Salmo 18:30.
Lectura: Salmo
18:20-36. Versículo del día: Salmo
18:30.
MEDITACIÓN DIARIA
Cada día me convenzo más
de que mis caminos no son los programados por el Señor. A veces se nos olvida quién
es el que tiene el control y al querer tomarlo nuevamente, lo que hacemos es
retrasar sus promesas. “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus
caminos son los míos —afirma el Señor. Mis caminos y mis pensamientos son más
altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías
55:8-9). Su camino es perfecto porque su Palabra es intachable. Lo que el Señor
ha dicho se hará y se cumplirá su propósito en nuestras vidas, así demos miles
de vueltas para coger nuevamente el rumbo. “Es él quien me arma de valor y
endereza mi camino”; “Me has despejado el camino, así que mis tobillos no
flaquean” (vv. 32 y 36 en la lectura). Esa es la sensación cuando por fin nos
damos cuenta que vamos por el sendero trazado.
No te adelantes, pero
tampoco te atrases; mucho menos permitas que las circunstancias te desvíen del
camino. Anda pegadito(a) de la mano del Señor y sigue las señales de su Santo
Espíritu.
Señor Jesús: ¡Qué fácil
es desviarnos de tu camino! No permitas que nuestro ego tome las riendas
nuevamente y no te dejemos actuar libremente. Enséñanos a vivir completamente
dependiendo de Ti cogidos de tu palabra y hablando sin cesar Contigo. ¡Gracias
bendito Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
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