lunes, 12 de marzo de 2018

Reconciliación en los hogares


Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar. 
Génesis 33:4.

Lectura: Génesis 33:1-20.  Versículo del día: Génesis 33:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Debió ser para Jacob muy reconfortante y tranquilizador ese abrazo de reconciliación con su hermano Esaú. Ahora no solamente él sino sus esposas, criadas e hijos podrían vivir en la tierra de Isaac sin temor alguno. ¡Cuán importante es que los hermanos convivan en armonía! Eso dice la Escritura en el Salmo 133:1. La paz y la tolerancia junto con el amor y el perdón en un hogar deberían ser las virtudes reinantes en este recinto.
El perdón siempre debe de estar al alcance de todos en una familia y no desecharlo. No solamente se quitan cargas de encima, sino que es completamente liberador tanto para los del litigio como para los del resto de la familia. El no perdonar ata, y ata fuertemente incluso a los seres que decimos amar tanto. Que esta lección nos sirva de ejemplo para aprender a pedir perdón y a perdonar en nuestras propias casas.

Amado Señor: gracias por tu Palabra. Enséñanos a ser humildes practicando el perdón y a no permitir que el enemigo se aproveche de esta situación para separarnos de Ti y robarnos la libertad que Tú nos diste. Gracias porque tu deseo es ver hogares reflejando tu amor alrededor de todos los que lo conforman. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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