Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación; es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!
Mateo 2:18.
Lectura: Mateo
2:13-18. Versículo del día: Mateo 2:18.
MEDITACIÓN DIARIA
No sé cómo será en
otros países de Latinoamérica, pero en Colombia el 28 de diciembre se tiene
como el día para hacer bromas y de las pesadas. En realidad es el día de los
santos inocentes en conmemoración a la matanza que hubo en Belén decretada por
Herodes el Grande con el fin de deshacerse de Jesús. Herodes temiendo que Jesús
llegase a ser rey y le quitara su trono mandó matar a todos los niños menores
de dos años, creyendo que entre estos estaría el bendito Jesús. O sea que de
broma este episodio no tiene nada; más bien es irónica su modo de celebración
porque lo único que nos despierta es indignación con gran tristeza.
Y si nos da tristeza
evocar ese suceso, ¿cómo sería para las propias madres? Que nos quede como
enseñanza y recuerdo de esta matanza el velar y cuidar a nuestros niños porque
ahora no existe un Herodes, existen miles de ellos que no solamente les hacen
daño sino que también se aprovechan de su inocencia con maltratos y
violaciones. Esto sin contar a los que ni siquiera se les permite nacer. No los
vemos pero los ‘Herodes malvados’ están por todos lados. Oremos por nuestros
niños:
Amado Jesús:
entendiendo a estas pobres mujeres a quienes les arrebataron sus hijitos de su
lado, queremos poner en tus manos a todos los niños ya que ahora ellos son el
blanco de los depravados y delincuentes. Por favor Señor, cuida de ellos; el
reino de los cielos les pertenece. Arrúllalos tú, consiéntelos y juégales. Que
nosotros los adultos sepamos encauzarlos y llevarlos de la mano por el sendero
tuyo. Gracias por nuestros niños y por lo que ellos serán en el mañana.
Un abrazo y
bendiciones.
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