miércoles, 6 de diciembre de 2017

Constructores y agricultores del reino de Dios

Por eso dice el Señor omnipotente: ¡Yo pongo en Sión una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará desorientado.
 Isaías 28:16.

Lectura: Isaías 28:16-29.  Versículo del día: Isaías 28:16.

MEDITACIÓN DIARIA

La profecía de Isaías se cumplió: el Señor Jesucristo es la piedra angular y preciosa que desecharon los constructores (Marcos 12:10). Jesucristo mismo es esa piedra angular: “En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor” (Efesios 2:21). De otro lado nos dice la lectura que el agricultor ara para sembrar y lo hace sin descanso alguno. Después de emparejarlo riega la semilla y lo cultiva: “Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo” (v. 26 en la lectura).
Bien sea que construyamos o que aremos, lo hacemos para la gloria de Dios sobre el cimiento que es Jesús. Si estamos construyendo vamos edificando un edificio tal que llega a ser templo santo. Nosotros formamos parte esencial en esa obra precisamente con el fin de tener un hermoso campo donde sembremos las semillas, de tal modo que cada una produzca el fruto en el lugar debido. Ya sabemos entonces cuál es nuestra misión después de estar construidos: esparcir semillas bajo la dirección del Señor. Somos constructores y a la vez agricultores del reino de Dios.

Amado Señor: Tú eres la piedra angular y sobre tu fundamento queremos no solo construir nuestra vida sino también ayudar a la de otros tantos. Enséñanos a regar la buena semilla en el campo para que tu Palabra se expanda produciendo frutos agradables para Ti. Gracias buen Jesús. ¡Te alabamos y te adoramos!

Un abrazo y bendiciones.

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