lunes, 25 de diciembre de 2017

Permííele nacer en el pesebre de tu corazón

Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 
Lucas 2:11.

Lectura: Lucas 2:1-20.  Versículo del día: Lucas 2:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Así es: lo dicho por los profetas en tiempos atrás se cumplió a cabalidad: la joven virgen concibió (Isaías 7:14); nos ha nacido un niño (Isaías 9:6); nació en Belén Efrata una aldea pequeña dentro de Judá (Miqueas 5:2). José y María tuvieron que desplazarse hasta ese sitio porque Dios moviendo sus fichas hizo que el emperador Augusto de Roma declarara un censo y todos tenían que ir a sus ciudades de origen. José quien era descendiente de David tuvo que ir con María y fue allí donde nació Jesús (vv. 1-7). Las profecías sobre su nacimiento se cumplieron. Por eso la Navidad es alegría porque es la demostración no solo del amor de Dios por el hombre pecador al enviarnos un Salvador, sino porque a través del cumplimiento de sus profecías, nos demuestra su fidelidad y su poder. Ver realizadas estas promesas, no solamente las concernientes con su nacimiento sino también las de su pasión, muerte y resurrección acrecientan nuestra fe, y nos dan la seguridad que las predichas sobre su segunda venida se cumplirán de igual manera.
Volviendo a nuestra lectura, el ángel les dice a los pastores: “Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (v. 12). El amor de Dios Padre al enviar a su Hijo al mundo no es otra cosa que desear la salvación del género humano: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Siendo la misión de Jesús la redención de todo ser, hay que permitirle a Él que entre en cada corazón. Ahora que celebramos su nacimiento, déjale también un rinconcito tuyo y permite que crezca en tu vida. Si no sabes cómo hacerlo, te diré que solamente con una sencilla oración puedes lograrlo. Te invito a orar conmigo así:

Amado Jesús: al ver las profecías cumplidas sobre tu nacimiento creo y deseo que también nazcas en el pesebre de mi corazón. Toma mi vida, perdona mis pecados y hazme de acuerdo a lo que deseas de mí. Gracias buen Jesús por hacerlo. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: