De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Romanos 6:11.
Lectura: Romanos
6:1-14. Versículo del día: Romanos 6:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Muy claro nos explica
el apóstol Pablo lo concerniente al pecado. Si bien es cierto que donde abunda
el pecado sobreabunda la gracia, no podemos por esto echarnos a las petacas y
seguir pecando. Hemos muerto al pecado y al ser bautizados nos unimos con
Cristo y participamos de su muerte y así como el Señor resucitó, nosotros
también resucitaremos con Él para la vida eterna. Nuestra vieja naturaleza fue
crucificada con Cristo para que ya no siguiéramos atados a ella. La esclavitud
del pecado ya no puede hacer mella en nosotros. Tenemos que empezar una nueva
vida con Cristo, ofreciéndonos a Dios como quienes hemos vuelto de la muerte a
la vida (vv. 1-13)
Ahora con Cristo Jesús
empezamos a vivir para Dios; ya tenemos un propósito en nuestras vidas; tenemos
el poder para resistir al maligno y tenemos una nueva vida que podemos empezar
a gozar desde aquí en la tierra. Nos queda la tarea de conversar diariamente
con Dios; de estudiar su Palabra y testificar a otros lo que el Señor ha hecho
en cada uno. Seguro que si hacemos esto, no quedará tiempo para seguir pecando
deliberadamente; el pecado ya no tendrá dominio alguno (v. 14). El Espíritu Santo
comenzará su tarea regeneradora y nos irá redarguyendo y mostrando las áreas en
las que somos más débiles pero en las
que Dios sigue trabajando para que su obra llegue a feliz término. ¡Vale la
pena empezar a vivir para Dios!
Amado Señor: Gracias
por mostrarnos la necesidad que tenemos de estar pegados a Ti para no caer en
tentación y pecar. Pon en nuestros corazones el deseo de complacerte y de
llevar una vida limpia delante de Dios para así demostrar al mundo que somos
personas nuevas regeneradas por la sangre tuya derramada en la cruz,
precisamente para perdonarnos, limpiarnos y gozar de la vida eterna.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario