lunes, 9 de octubre de 2017

Especialmente por mi hijita

Yo te di tierra que no habías trabajado y ciudades que no construiste, en las cuales vives ahora. Te di viñedos y huertos de olivos como alimento, aunque tú no los plantaste. Por lo tanto, teme al Señor y sírvelo con todo el corazón… Sirve únicamente al Señor”. 
Josué 24:13-14.

Lectura: Josué 24:1-28.  Versículos del día: Josué 24:13-14.

MEDITACIÓN DIARIA

Le he pedido al Señor dirección acerca del futuro de mi hijita y me llevó a Josué donde él como líder tiene que exhortar al pueblo a seguir al Señor. Creo que esto también nos pasa con los nuestros. Llega un momento en que el Señor nos dice: haz esto o aquello e indúcelos a continuar en  el temor a Dios. Efesios 6:4 nos enseña: “Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor”.  En otras versiones: “criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. Criar hijos no es tarea fácil. Encontré que criarlos es llevarlos desde el vientre hasta la madurez proveyendo para ellos el sustento, afecto y entrenamiento para toda la vida; y que la amonestación cristianamente es fijar verdades divinas en la mente de los hijos por medio de la enseñanza (Alianza Evangélica).
No podemos dejar a medias la tarea encomendada. Respecto a mi niña, de mutuo acuerdo con mi esposo le proveeremos lo necesario hasta que se levante financieramente amonestándola en el temor del Señor. Como madre me pongo en el papel de  Josúe para hablarle: “Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor” (v. 15 en la lectura). Hay muchos ídolos que vamos haciendo a medida que crecemos, pero llega el momento en que el Señor nos hace ver con su Palabra que hemos fallado. Esto le pasa a nuestros hijos y es deber hacerles entender que no es el camino ni lo que Dios espera. De igual modo es hora de decidir con franqueza a quién serviremos y esta verdad es la que deseo de corazón que mi hijita analice.
Quise compartirles esto en mi devocional puesto que con la guía del Espíritu Santo ha sido mi enseñanza hoy: primero es parte de mi vida y segundo, puede alguno de ustedes estar en la misma situación.

Amado Dios: gracias por tu Palabra que siempre está ahí lista a guiarnos por el camino que deseas, continuemos. Gracias te doy en especial por mis hijitos y pongo en tus manos una vez más la vida de Sarita para que seas Tú mismo enamorándola y atrayéndola cada día a tus brazos. Te la entrego: consiéntela y arrúllala por mí. Que cuando esté triste y sola la abraces y rodees con tu amor. Enjuga cada lágrima que brote de sus ojos con tu mano entrañable. Levántala cuando esté caída; pero ante todo buen Dios, te ruego que tu Palabra sea sembrada fuertemente sirviéndote con todo su corazón. Muchas, muchas gracias Padre mío por escuchar mi oración. Te alabo y te bendigo dándote toda la honra y gloria que mereces.

Un abrazo y bendiciones. 

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