lunes, 23 de octubre de 2017

Cuidémonos de lanzar juicio alguno

Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: ¡Que el Señor te reprenda! 
Judas 1:9.

Lectura: Judas 1:1-16.  Versículo del día: Judas 1:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Leyendo la Carta del Apóstol Judas entendí lo delicado que es pronunciar un juicio sobre alguna persona. Judas aquí nos habla de los impíos que cambian la gracia por libertinaje y que igual que los ángeles caídos, estos desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales. Sin embargo, es muy clara aquí la Palabra al decirnos que ni siquiera el arcángel Miguel se atrevió a pronunciar contra el diablo un juicio de maldición cuando peleaba con él para quitarle el cuerpo de Moisés, pues dijo: “¡Que el Señor te reprenda!”.
Si esto fue contra el diablo, mucho más tenemos que cuidarnos de lanzarlos sobre el prójimo y menos si son hermanos en la fe. Muy bien nos haría tener en cuenta esta Palabra ya que muy seguido pecamos con nuestros labios juzgando o hablando mal de alguna persona. Recordemos que maldición no es otra cosa que mal decir. Nuestra reacción como cristianos debe ser de bendición (bien decir), así nos traten con insultos o calumnias. Nos corresponde es orar y luchar vigorosamente por la fe que nos une a todos los creyentes en Jesucristo, ya que tenemos en común la salvación (v. 3). En vez de lanzar juicios a diestra y siniestra dejemos en manos del Señor la reprensión y dediquémonos a orar los unos por los otros, y porque los del mundo conozcan a Jesús como Señor y Salvador.

Amado Señor: gracias por instruirnos cada día de acuerdo a la Escritura para que seamos prudentes y nuestra boca solo pronuncie palabras de bendición como es tu deseo. Danos dominio propio para no hablar mal del prójimo y dejar en tus manos toda reprensión. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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