Para el afligido todos los días son malos; para el que es feliz todos son de fiesta.
Proverbios 15:15.
Lectura: Proverbios
15:1-33. Versículo del día: Proverbios
15:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Fijémonos cómo influye
la actitud de una persona según como se encuentre. Y nosotros, muchas veces
pecamos porque no sabemos hablar con prudencia, porque herimos, o porque
únicamente queremos que se tenga en cuenta nuestro punto de vista, pero no
observamos que si la persona está decaída o afligida, como cristianos somos
llamados a levantar, no a acabar de derrumbar: “La lengua que brinda alivio es
árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu” (v. 4). Nuestro rostro
nos delata cuando tenemos una aflicción e igual se ilumina e irradia alegría
cuando todo va color de rosa (v. 13) Si bien es cierto que una enfermedad puede
variar nuestro temperamento, no significa que siempre estemos optando por esa condición.
Cuando se ve siempre la vida con pesimismo no se encuentra nada bueno y por consiguiente nada tiene
sentido. También es falta de contentamiento con lo que Dios nos ha dado. Hay
riquezas que valen mucho más que el oro o la plata. La armonía de un hogar con
amor donde hay respeto, colaboración, entrega mutua, salud, paz, bienestar y en
especial, tener al Señor como el eje principal (vv. 16-17), vale mucho más que
la riqueza material.
Si reina Jesús en el
trono de nuestra vida, todos los días deberían ser de fiesta, de regocijo, de
optimismo, de contentamiento. Actuando así no solamente estaríamos agradando a
Dios, estaríamos dispuestos en el
momento que nos necesiten a brindar consuelo y apoyo con regocijo.
Amado Señor: muchas
gracias por enseñarnos que la alegría procede de Ti; que pese a los problemas
que puedan llegar tenemos una bendita esperanza de un mejor mañana en la vida
eterna. Queremos entregar sonrisas en vez de caras tristes. Contigo todo es más
fácil y soportable ¡Nos gozamos en Ti buen Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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