miércoles, 11 de octubre de 2017

Vencedores y con derecho a la patria celestial

¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 
1 Juan 5:4.
Lectura: 1 Juan 5:1-15.  Versículo del día: 1 Juan 5:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Nuestra fe en Jesucristo nos hace vencer al mundo y si hemos creído en Él somos más que vencedores (Romanos 8:37); y lo somos cuando confesamos a Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas (Romanos 10:9). Esta es la manera de hacernos hijos de Dios porque hay que distinguir en que todos somos criaturas de Dios pero no todos hijos; nos convertimos en hijos al recibir a Jesucristo y creer en Él (Juan 1:12). Por eso nos dice el mismo Señor Jesús: “quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios”; “Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—” (Juan 3:3; 5). Y “El Espíritu es quien da testimonio de esto, porque el Espíritu es la verdad” (v. 6 en la lectura). El testimonio de Dios es el que vale mucho más acerca de su Hijo; aquí vemos al lado del testimonio la promesa: “Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (vv. 11-12).
Como cristianos tenemos la certeza de que Cristo mora en nuestras vidas desde el mismo momento en que lo invitamos a entrar, dándonos la convicción de ser vencedores y la promesa de la vida eterna. Agradezcamos a Dios por habernos regalado ya  estas bendiciones.

 Amado Dios: te damos gracias porque al enviar a tu Hijo Jesús y creer en Él nos das el derecho a gozar eternamente a tu lado. Gracias Señor Jesús por morir en nuestro lugar y hacernos Contigo más que vencedores en este paso por el mundo. ¡Te amamos Padre Santo, Te amamos Glorioso Señor Jesús, te amamos Precioso Espíritu Santo! ¡Aleluya, Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.

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