Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran tenerlo presente.
Eclesiastés 7:2.
Lectura: Eclesiastés
7:1-9. Versículo del día: Eclesiastés
7:2.
MEDITACIÓN DIARIA
En general todos rehúsan
pensar en la muerte. Incluso conozco personas que nunca van a un funeral porque
los deprime. Me atrevería a opinar que antes de deprimirse es más bien
cuestionarse, porque sea quien sea se tiene una conciencia y un libre albedrío,
y por más valiente, estas situaciones mueven el piso. Sin embargo, hay una
diferencia enorme entre los cristianos practicantes y los que no lo son. La
Palabra de Dios es clara al respecto y esa es precisamente la bendita esperanza
añorada por los fieles. Si es verdad que tenemos al Señor Jesús en nuestras
vidas y que deseamos obedecerle y hacer su voluntad entonces no debemos temerle
a la muerte; Pablo dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es
ganancia” (Filipenses 1:21).
Nuestra vida estará
marcada por lo que hagamos y la única manera de saber cómo hacerlo es a través
del Manual que Dios nos dejó: su Palabra toda impresa en la Biblia. La Biblia
no es un libro más, es el libro por excelencia y del cual Dios nos habla. Ese
Libro nos dice que la verdadera vida está en Cristo Jesús y que su muerte y
resurrección fue precisamente para darnos vida eterna. Así que si el Señor Jesús
está en el centro de nuestro corazón debemos vivir para Él teniendo como
finalidad que su propósito se cumpla en nuestras vidas: “Vale más el fin de
algo que su principio” (v. 8a), y por ende sin tenerle ya ningún temor a la muerte.
Amado Señor Jesús: Gracias
porque eres la Resurrección y la Vida. Gracias porque no solamente viniste a
darnos una vida con propósito aquí en la tierra sino también por la certeza que
tenemos de una vida eterna a tu lado. Gracias bendito Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
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