martes, 11 de julio de 2017

¡Por qué cuesta tanto perdonar!

Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. 
Mateo 5:39.

Lectura: Mateo 5:38-48.  Versículo del día: Mateo 5:39.

MEDITACIÓN DIARIA

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sido ofendidos o denigrados y si queremos que no se formen raíces de amargura debemos perdonar. El guardar rencor es como estar alimentando el alma con veneno y las consecuencias pueden ser nefastas. La Biblia nos manda: “No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol” (Efesios 4:26). Es bien cierto que el corazón queda resentido cuando nos hacen mal o nos dicen algo que consideramos injusto pero tenemos que aprender de estas ofendidas porque de lo contrario ¿cómo sabríamos que estamos amando en verdad al prójimo? El Señor nos dice en la lectura: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos?” (v. 46), (los recaudadores de impuestos eran personas muy corruptas). Incluso si nosotros no fuimos los agresores debemos tomar la iniciativa e ir a pedir perdón.
Estoy convencida que perdonar es también desatar las ligaduras de impiedad porque si no lo hacemos estamos encadenados y es más el daño para la persona que no perdona que para el mismo agresor. Lo terrible de esto es que no solamente se va a hacer daño personal sino que se lleva por delante a los hijos si los tiene. Hay que perdonar cuántas veces sea necesario incluso a la misma persona: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete (Mateo 18:22 BHH). Si no lo hacemos nos recibiremos bendición de Dios y la verdad es que si nos cuesta es porque no valoramos el perdón de Dios en nuestras vidas.

Amado Padre Celestial: ¡no sé por qué cuesta tanto perdonar! Yo te ruego que toques el corazón de toda persona que esté leyendo este devocional y le permitas entender la necesidad que tiene de perdonar. No dejes que su alma siga llenándose de rencor y hazle entender que si no lo hace Tú tampoco estarás disponible cuando te necesite; que así como Tú la has perdonado, pides a ella que igualmente lo haga. Oro a Ti Papito Dios porque en especial los cristianos aprendan a agachar la cabeza y a ser humildes para perdonar. Gracias buen Dios por escuchar mi oración.

Un abrazo y bendiciones.

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