Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Mateo 5:39.
Lectura: Mateo
5:38-48. Versículo del día: Mateo 5:39.
MEDITACIÓN DIARIA
Todos en algún momento
de nuestras vidas hemos sido ofendidos o denigrados y si queremos que no se
formen raíces de amargura debemos perdonar. El guardar rencor es como estar
alimentando el alma con veneno y las consecuencias pueden ser nefastas. La
Biblia nos manda: “No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol”
(Efesios 4:26). Es bien cierto que el corazón queda resentido cuando nos hacen
mal o nos dicen algo que consideramos injusto pero tenemos que aprender de
estas ofendidas porque de lo contrario ¿cómo sabríamos que estamos amando en
verdad al prójimo? El Señor nos dice en la lectura: “Si ustedes aman solamente
a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los
recaudadores de impuestos?” (v. 46), (los recaudadores de impuestos eran
personas muy corruptas). Incluso si nosotros no fuimos los agresores debemos
tomar la iniciativa e ir a pedir perdón.
Estoy convencida que perdonar
es también desatar las ligaduras de impiedad porque si no lo hacemos estamos
encadenados y es más el daño para la persona que no perdona que para el mismo
agresor. Lo terrible de esto es que no solamente se va a hacer daño personal
sino que se lleva por delante a los hijos si los tiene. Hay que perdonar
cuántas veces sea necesario incluso a la misma persona: “No te digo hasta siete
veces, sino hasta setenta veces siete (Mateo 18:22 BHH). Si no lo hacemos nos
recibiremos bendición de Dios y la verdad es que si nos cuesta es porque no
valoramos el perdón de Dios en nuestras vidas.
Amado Padre Celestial:
¡no sé por qué cuesta tanto perdonar! Yo te ruego que toques el corazón de toda
persona que esté leyendo este devocional y le permitas entender la necesidad
que tiene de perdonar. No dejes que su alma siga llenándose de rencor y hazle
entender que si no lo hace Tú tampoco estarás disponible cuando te necesite;
que así como Tú la has perdonado, pides a ella que igualmente lo haga. Oro a Ti
Papito Dios porque en especial los cristianos aprendan a agachar la cabeza y a ser
humildes para perdonar. Gracias buen Dios por escuchar mi oración.
Un abrazo y
bendiciones.
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