miércoles, 12 de julio de 2017

Enséñanos a ser compasivos como Tú

porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa en el juicio! 
Santiago 2:13.

Lectura: Santiago 2:1-13.  Versículo del día: Santiago 2:13.

MEDITACION DIARIA

Definitivamente, cada día aprendemos más. Dura Palabra es esta. Si no somos compasivos se nos juzgará fuertemente. Y es que la compasión está en todas las áreas de nuestra vida: compasión con uno mismo, compasión con los de mi casa, mis familiares cercanos como primos, sobrinos, tíos, suegros, cuñados, mis amigos y conocidos, y aún los de fuera de mi casa. Pueden ser compañeros de trabajo o de estudio, mis vecinos, hermanos en la fe. En definitiva todos los que son prójimo. Eso de ‘perdono pero no olvido’ o ‘deseo que le hagan lo que me hizo’ o ‘no doy mi brazo a torcer’ son muestras de poca o nada compasión. La lectura nos habla igualmente de los favoritismos: si prefiero al uno más que al otro: tampoco hay compasión; si quiero obtener lo mío pasando por encima de los demás: no hay compasión; si no comparto lo que tengo: mucho menos.
Necesitamos compasión al hablar y al actuar: no cayéndole encima al caído, más bien  ofreciéndole brazos para levantarlo. Así que si no queremos que se nos juzgue, tampoco juzgar; que se nos condene, tampoco condenar. El Señor nos manda a amar, a perdonar, a disfrutar la vida en paz, a vivir en armonía.  Y si nos cuesta obedecerle recordemos siempre este versículo: “habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa! Adentrándonos en la materia nos damos cuenta cuán necesaria es la compasión para poder llevar una vida de clemencia y misericordia por este camino. De no haber sido por la compasión del Señor, ninguno de nosotros sería salvo.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que cada día nos deja una lección para aprender y llevar a la práctica. Gracias por hacernos entender la compasión como una de las virtudes más preciadas que debemos poseer. Queremos vivir siempre demostrando y ofreciendo compasión hacia todo el que nos rodee. No permitas que nos soltemos de tu mano, ya que Contigo podemos seguir ese ejemplo como lo fuiste Tú. ¡Te amamos buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: