Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.
Hebreos 13:4.
Lectura: Hebreos
13:1-9. Versículo del día: Hebreos 13:4.
MEDITACIÓN DIARIA
En mi nueva Iglesia
tuvimos la oportunidad con mi esposo en la reunión de parejas, de ver una
película que trata del divorcio que el esposo le pide a su mujer porque se
enamoró de una chica mucho más joven y llena de vida. La historia es bien
conmovedora porque ella muy inteligente cuando él le pide que firme los
papeles, le dice que lo hará pero que por favor se den 30 días para que no se
empañe el cumpleaños de su hijita adolescente que está próximo; durante esos
días, le solicita que la vuelva a cargar como cuando se casaron y la sacó
cargada de la iglesia hacia el auto. Él, escéptico por lo exigido acepta
pensando más en que era una locura de su esposa. Así sucede: el primer día la
carga con cierto desdén; en los siguientes se da cuenta que es muy frágil y ha perdido peso e incluso
cabello. Por un momento piensa que su juventud la gastó a su lado y siente algo
de tristeza. Mientras tanto su hija se ve feliz de ver el amor de su padre
hacia su madre; ella nunca se entera de la situación. Con el correr de los días
se va llegando a la fecha determinada y el esposo se da cuenta que aun ama a su
esposa y le dice a su amante que estaba equivocado y que jamás la dejará a ella
ni a su hija. Esta mujer alega y le da una cachetada echándolo de la casa. El
hombre va corriendo a una floristería a comprarle unas lindas rosas a su esposa
y le dice a la vendedora que en la tarjeta le escriba: “te seguiré cargando por
toda la vida”. Sale corriendo hacia su casa y empieza a llamar a su esposa pero
no encuentra respuesta. Sube a su habitación y allí la haya tendida en el suelo
muerta. Estaba sin su peluca y se da cuenta que ya no tenía pelo en su cabeza:
tenía cáncer y quería dejarle a su hijita la mejor imagen de su padre. ¡Qué
triste y conmovedora historia! Vi a los hombres llorar con el final trágico de
la película.
Quise hacer mi
devocional sobre esta historia porque cuántas veces pasamos por encima del
versículo del día y no comprendemos lo importante que es en el matrimonio el
lecho puro, como dice otra versión: ‘sin mancilla’. Es que siendo para Dios tan
importante la relación del matrimonio (hombre-mujer), lo menos que desea es que
estos se rompan quizá por la rutina, el descuido, la falta de detalles o por
cosas todavía más insignificantes. No sé cómo se llame la historia; traté de buscar
el nombre pero la verdad no lo encontré y fue escrita por un anónimo. Tal
parece, pero no estoy segura: ‘Historia de un divorcio’. Si pueden les
recomiendo que la vean; sacarán mucho provecho de ella. Deseo que sigan sacando
adelante sus hogares y no pierdan el tiempo en discusiones tontas. Vivan el
hoy; olviden el pasado; perdónense mutuamente las faltas que el futuro de amor,
ternura, y comprensión todavía les espera.
Señor amado: hoy te
ruego por todos los matrimonios para que si no te conocen entiendan que Contigo
es fácil el perdonar y continuar. Si ya saben de Ti permite que estas uniones florezcan
cada día más para que precisamente el mundo note la
diferencia y busquen que sus hogares estén centrados en tu Nombre.
Un abrazo y
bendiciones.
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