sábado, 22 de julio de 2017

La triste historia de un divorcio

Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales. 
Hebreos 13:4.

Lectura: Hebreos 13:1-9.  Versículo del día: Hebreos 13:4.

MEDITACIÓN DIARIA

En mi nueva Iglesia tuvimos la oportunidad con mi esposo en la reunión de parejas, de ver una película que trata del divorcio que el esposo le pide a su mujer porque se enamoró de una chica mucho más joven y llena de vida. La historia es bien conmovedora porque ella muy inteligente cuando él le pide que firme los papeles, le dice que lo hará pero que por favor se den 30 días para que no se empañe el cumpleaños de su hijita adolescente que está próximo; durante esos días, le solicita que la vuelva a cargar como cuando se casaron y la sacó cargada de la iglesia hacia el auto. Él, escéptico por lo exigido acepta pensando más en que era una locura de su esposa. Así sucede: el primer día la carga con cierto desdén; en los siguientes se da cuenta que  es muy frágil y ha perdido peso e incluso cabello. Por un momento piensa que su juventud la gastó a su lado y siente algo de tristeza. Mientras tanto su hija se ve feliz de ver el amor de su padre hacia su madre; ella nunca se entera de la situación. Con el correr de los días se va llegando a la fecha determinada y el esposo se da cuenta que aun ama a su esposa y le dice a su amante que estaba equivocado y que jamás la dejará a ella ni a su hija. Esta mujer alega y le da una cachetada echándolo de la casa. El hombre va corriendo a una floristería a comprarle unas lindas rosas a su esposa y le dice a la vendedora que en la tarjeta le escriba: “te seguiré cargando por toda la vida”. Sale corriendo hacia su casa y empieza a llamar a su esposa pero no encuentra respuesta. Sube a su habitación y allí la haya tendida en el suelo muerta. Estaba sin su peluca y se da cuenta que ya no tenía pelo en su cabeza: tenía cáncer y quería dejarle a su hijita la mejor imagen de su padre. ¡Qué triste y conmovedora historia! Vi a los hombres llorar con el final trágico de la película.
Quise hacer mi devocional sobre esta historia porque cuántas veces pasamos por encima del versículo del día y no comprendemos lo importante que es en el matrimonio el lecho puro, como dice otra versión: ‘sin mancilla’. Es que siendo para Dios tan importante la relación del matrimonio (hombre-mujer), lo menos que desea es que estos se rompan quizá por la rutina, el descuido, la falta de detalles o por cosas todavía más insignificantes. No sé cómo se llame la historia; traté de buscar el nombre pero la verdad no lo encontré y fue escrita por un anónimo. Tal parece, pero no estoy segura: ‘Historia de un divorcio’. Si pueden les recomiendo que la vean; sacarán mucho provecho de ella. Deseo que sigan sacando adelante sus hogares y no pierdan el tiempo en discusiones tontas. Vivan el hoy; olviden el pasado; perdónense mutuamente las faltas que el futuro de amor, ternura, y comprensión todavía les espera.  

Señor amado: hoy te ruego por todos los matrimonios para que si no te conocen entiendan que Contigo es fácil el perdonar y continuar. Si ya saben de Ti permite que estas uniones florezcan cada día más para que precisamente el mundo note la diferencia y busquen que sus hogares estén centrados en tu Nombre.

Un abrazo y bendiciones.

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