miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Cómo puedo pagarte Señor?

Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante.

Salmo 116:1.

Lectura diaria: Salmo 116.1-19. Versículo del día: Salmo 116:1.

ENSEÑANZA

“Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción. Entonces clamé al Señor: ¡Te ruego Señor, que me salves la vida!” Versos 3-4. Solamente se puede sentir afinidad con este Salmo, cuando se ha vivido en carne propia la angustia de la muerte. Yo tuve esa experiencia en mi última cirugía y por eso puedo dar testimonio de la fidelidad de Dios. “El Señor es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura…estaba yo muy débil, y él me salvó”; “Tú me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas” Versos 5-6 y 8. Nos sucede con frecuencia que a pesar de ver las bondades del Señor, cuando llegan otras aflicciones, creemos, son más difíciles que las anteriores y tendemos a desesperarnos y flaquear. “Aunque digo: Me encuentro muy afligido, sigo creyendo en Dios” verso 10. Si, pase lo que pase, personalmente mi corazón estará con el único Dios que me puede sacar adelante, mi “Gran Yo Soy”. Terminaré preguntando como el salmista y a la vez contestando: ¿cómo puedo pagarte Señor por tanta bondad que me has mostrado? “¡Tan sólo brindando con la copa de salvación e invocando el nombre del Señor! ¡Tan sólo cumpliendo mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo!”. Versos 13-14. Creo que brindar con la copa de salvación, es regalarle a los que más podamos el mensaje de salvación. “Te ofreceré un sacrificio de gratitud”. ¡Mi alabanza y adoración será toda para ti Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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