¿De dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
Salmo 121:1-2.
Lectura diaria: Salmo 121:1-8. Versículo del día: Salmo 121:2.
ENSEÑANZA
Siempre me ha gustado el Salmo 121, de hecho me lo sé pero en la versión Reina Valera. Muchas veces repetimos una oración o en este caso un Salmo, sin ponerle la debida atención a lo que estamos pronunciando, pero cuando el Espíritu Santo nos instruye y guía, empezamos a entender cada palabra o frase; es más notamos como el Señor va hablando a nuestros corazones y todo llega a nuestro entendimiento fácilmente. Hoy más que nunca puedo decir que mi socorro proviene del Señor y que en verdad por más difícil que parezca el día, jamás permite que resbalemos porque es Él quien nos cuida y sustenta, sin consentir que el sol nos haga daño. Aún si estamos dormidos nos protegerá, porque Dios no se adormece, está pendiente de cada paso que damos sea en el hogar o fuera de él. Siempre, siempre, será nuestro guardián y defensor. ¡Gloria a su nombre por su bondad y fidelidad! ¡Ya puedes alma mía, estar tranquila, que el Señor ha sido bueno contigo! Tú me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas, no me has dejado tropezar” (Salmo 116:7-8).
Un abrazo y bendiciones.
P. D. Quiero compartir con ustedes, las recientes bondades del Señor en nuestra vida familiar: por un lado mis últimos exámenes médicos salieron bien, incluso la anemia que tenía desapareció y la mamografía de mi otro seno, salió perfecta. También a mi esposo lo contrataron para trabajar en una gran empresa. Gracias a todos ustedes por sus oraciones y por estar pendiente de nosotros. Dios les retribuya por su apoyo espiritual y material, de la manera como sólo Él lo sabe hacer.
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