martes, 24 de noviembre de 2009

Soy diseño divino

Todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.

Salmo 139:16.

Lectura diaria: Salmo 139:1-24. Versículo del día: Salmo 139:16.

ENSEÑANZA

Ayer hablaba que dentro del diseño divino ya estábamos programados para cumplir el deseo de Dios en cada uno de nosotros. El Salmo 139 nos muestra claramente cómo fuimos creados y como Dios en su facultad de comparar, combinar y estudiar las ideas nos formó acorde a sus preciosos pensamientos. Nuestra creación es la obra maestra de su infinita sabiduría, por lo tanto conoce cualquier paso dado o por andar, al igual que las palabras aún sin pronunciarlas y los pensamientos incluso en la distancia. Dice David: “Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo” (verso 6). En verdad es difícil para la mente humana comprender la obra creadora de Dios en el género humano, porque rebasa todo entendimiento. “Tu creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre”; “Soy una creación admirable”; “Mis huesos no te fueron desconocidos”; “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación” (versos 13-16). La versión Reina Valera es más explícita, dice: “Mi embrión vieron tus ojos”. Lo minúsculo del ser; el organismo en su primer estadio; el principio y origen de nuestra vida, desde ese mismo momento supo de su Creador. No sé cuál creación es más perfecta y sublime: si la creación como tal o la creación regeneradora en el ser humano realizada a través de Jesucristo “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2ª. Corintios 5:17), lo único que puedo afirmar es que en mis días diseñados, ya se encontraba uno donde nacería de nuevo en Cristo. Por eso, ¿cómo puedo escapar hoy y huir de su presencia? A donde quiera que vaya y me dirija ahí estará Él, jamás me dejará porque ciertamente, estoy resguardada dentro de su mano y de allí nadie podrá arrebatarme. ¡No te aflijas! Para ti es lo mismo.

Un abrazo y bendiciones.

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