Si mi pueblo que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
2ª. Crónicas 7:14.
Lectura diaria: 2ª. Crónicas 7:11-22. Versículo del día: 2ª. Crónicas 7:14.
ENSEÑANZA
Por lo general se toma este versículo para clamar por la nación; sin embargo, debemos apropiarlo también para el hogar. Si en nuestra casa hay dificultades de una u otra índole, lo correcto es empezar a humillarnos, a orar y abandonar la desobediencia y rebelión, más si se trata de un hogar donde todos son cristianos; y si no lo son todos, entonces entre los creyentes hacer un pacto de oración y ayuno. El Señor dice que si nos volteamos a Él, Él también tendrá misericordia de nosotros “Vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos…porque él es bondadoso y compasivo” (Joel 2:12-14), no solamente perdonará el pecado sino que también nos dará una restauración total. Restauración que incluye lo espiritual, material y físico. “Perdonaste la iniquidad de tu pueblo y cubriste todos sus pecados” (Salmo 85:2), restauración espiritual. “A su tiempo les daré las lluvias de otoño”. “Las eras se llenarán de grano; los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite” (Joel 2:23-24), restauración material. “No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo”; “Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro” (Proverbios 4:22, Salmo 107:20). En conclusión: si nos unimos en oración a clamar por restauración y hacemos lo correcto a los ojos de Dios, obtendremos lluvias de bendiciones sobre nuestras vidas.
Un abrazo y bendiciones.
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