viernes, 27 de noviembre de 2009

Exaltación a mi Dios y Rey

El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados.

Salmo 145:14.

Lectura diaria: Salmo 145:1-21. Versículo del día: Salmo 145.14.

ORACIÓN

Mi Señor y Rey: hoy hace un año, me realizaron la primera cirugía y no tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho conmigo. No sabía lo que iba a pasar en el transcurso de este tiempo pero sin duda, todos mis días ya estaban diseñados en tu agenda celestial. Mi Dios, ¿cómo corresponderte a tan innumerables beneficios? En esa ocasión, no tenía ni la menor idea de todas las hazañas que realizarías conmigo y mi familia a través de esa “adversidad”. Adversidad, que tú transformaste en bendición. Permitiste, no una cirugía sino tres y sabías el porqué. En mi ansiedad anhelaba tener respuestas claras y contundentes inmediatamente, pero no, tu obraste en el tiempo exacto, ni un minuto antes, ni uno después; tu palabra se cumple tal cual la tienes pronunciada. Luego, cuando creía haber salido de las tormentas y el chaparrón de mi enfermedad se calma, llegan otras económicas las cuales habíamos creído superar, pero tampoco; tú las tenías aprobadas en mi libro porque aún había mucho por aprender. Mi señor y Rey: me sentí desfallecer por completo y estaba dispuesta a tirar la toalla; sin embargo apareciste nuevamente o eso creí ver yo, porque siempre estuviste a mi lado aunque mi corazón cansado no te viera. Pero para mí, resurgiste en todo tu esplendor y comprendí más que nunca el inmenso amor que me trasciendes. Tu respuesta llegó; me viste caída y humillada y me sacaste adelante porque no he dejado de ser “la niña de tus ojos”. Me has amado tanto y es tan maravilloso, que cada nuevo día deseo exaltarte y proclamarte para que todos entiendan tu esplendor, gloria y majestad. “Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas” (verso 4). Mis generaciones lo sabrán. Sí mi Dios, hablaré por doquier de tu grandeza porque todos tienen que reconocer tu poder y proclamar la memoria de tu inmensa bondad. “¡Prorrumpa mi boca en alabanzas al Señor! ¡Alabe todo el mundo su santo nombre, por siempre y para siempre!” (Verso 21).

Un gran abrazo y bendiciones.

No hay comentarios:

Hazme entender que exclusivamente dependo de Ti

Señor, recuérdame lo breve que será mi tiempo sobre la tierra. Recuérdame que mis días están contados, ¡y cuán fugaz es mi vida! La vida que...