Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano

Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, les dará también una salida a fin de que puedan resistir.

1ª. Corintios 10:13.

Tentación en su uso bíblico no sólo significa “inducir a pecar”, sino también “someter a prueba” a una persona, que es el sentido básico de los verbos en los idiomas originales.

El verbo griego de tentar es peirádsõ y puede usarse en el sentido más o menos neutral de “poner a prueba”. Dios pone a prueba a los hombres, tratándose a menudo de la fe de los suyos. De esta manera Dios tentó a Abraham al mandarle que ofreciera en holocausto a su hijo Isaac, y la fe del patriarca salió robustecida. Los creyentes debieran también probarse a sí mismos, al participar en la cena del Señor y en la calidad de su servicio.

También se usa en el sentido negativo de “incitar” al pecado, tender una trampa. Satanás tienta a los hombres. Dios no puede inducir a nadie a hacer lo malo, sino que el enemigo despierta la maldad, que llega en quien cede al pecado y la muerte. Sin embargo, a veces Dios permite que Satanás someta a prueba a los siervos de Dios como en el caso de Job, quien logró salir airoso porque su integridad y plena confianza en su redentor, lo ayudó a mantenerse firme.

Respecto al sentido neutral de “poner a prueba”, Santiago 1.2 nos dice que nos sintamos dichosos cuando tengamos que enfrentar diversas pruebas. 1ª. Pedro 1:7 afirma que así como el oro se acrisola al fuego, la fe de nosotros se acrisola por las pruebas y demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.

Entonces, puede suceder que el significado de “tentación” como tal, se convierta en “prueba” y al igual que Job, al ser pulida nuestra fe, recibamos todas las dádivas multiplicadas.

Consideras que estás pasando por una prueba de fuego? Cristo no te permitirá ir más lejos de lo que puedas soportar. Su precioso carácter se está posesionando en ti. Regocíjate al pensar que a través del tiempo, los verdaderos obreros de Dios han sido acrisolados en la aflicción. Quizá Dios está moldeando tu carácter para que te conviertas en un discípulo especial. No temas, con Cristo saldrás adelante porque con Él, eres más que vencedor.

Un abrazo y bendiciones.

Bibliografía: Diccionario Ilustrado de la Biblia