martes, 26 de marzo de 2019

Sus rayos luminosos conducen a la meta


Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. 
Salmo 119:105. NVI.

Lectura: Salmo 119:105-112. Versículo del día: Salmo 119:105.

MEDITACIÓN DIARIA

Si salimos a caminar en la oscuridad, lo más seguro es que tropecemos y caigamos. De la misma manera nos sucede cuando dejamos a un lado la Palabra de Dios y seguimos dando pasos solamente tanteando. Podemos decir que no hay problema que podemos bandearnos solos, pero no es cierto. Por fuera solamente vemos oscuridad; es innegable, y mucho más en estos tiempos que estamos viviendo. El Señor nos dejó su Palabra con el fin de alumbrar diariamente el sendero por el que transitamos. Sin el brillo de ella no hay como saltar los obstáculos.
La Biblia no es un amuleto como algunos creen; tampoco es una historia o cuento; es la Palabra de Dios y no podemos dejarla guardada en el cajón o biblioteca porque la necesitamos diariamente. Tenemos que atesorarla en el corazón, llevarla en la mente como una bandera que nos recuerda a través del Espíritu Santo, si estamos siguiendo la dirección correcta o nos desviamos. Aferrémonos a esa lámpara para que vayamos reconociendo el camino que el Señor nos tiene trazado y entendamos su propósito al aceptarnos en su reino. ¡No la dejemos apagar! ¡La necesitamos en todo su esplendor!

Amado Señor: gracias por tu Palabra que es la luz que nos guía hacia dónde encaminarnos. Gracias porque sin ella no tendríamos dirección alguna y andaríamos como veletas en completa oscuridad. Aférranos Señor a esa Palabra Tuya y permite que deseemos sus rayos luminosos para encontrar la trayectoria y no perdernos hasta llegar a la meta deseada. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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