sábado, 2 de marzo de 2019

Con tanta bondad Tuya ¡cómo no amarte!


En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. 
Salmo 119:11 NVI.

Lectura: Salmo 119:1-16.  Versículo del día: Salmo 119:11.

MEDITACIÓN DIARIA

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia” (2 Timoteo 3:16). Además de eso es para aprenderla, meditarla, memorizarla y practicarla. De ahí que sea importante acostumbrarnos a memorizarla, porque cuando vengan las aflicciones, o los ataques del maligno, tenemos cómo defendernos, aunque no tengamos la Biblia presente. El Salmo 119 es el capítulo más largo de la Biblia y a su vez, considero que hace mucho énfasis en la Palabra de Dios. En esta porción que encierra la lectura vemos algunos de ellos: “Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan” (v. 2). “Te alabaré con integridad de corazón, cuando aprenda tus justos juicios” (v. 7). “En tus decretos hallo mi deleite, y jamás olvidaré tu palabra” (v. 16).
El Señor Jesús vino a darnos salvación, paz, salud, bienestar y prosperidad entre otras cosas. Entonces apropiémonos de los versículos que nos hablan al respecto y ya que el amor de Cristo como decía Pablo, nos obliga; es decir, nos apremia, nos presiona, nos sostiene, entonces busquemos su Palabra. Además es ¡tan fascinante obligarse a Él solo por amor! La magnitud de su amor hacia cada uno de nosotros no tiene límite y cuando lo entendemos, ¡qué fácil es amarlo y complacerlo también!

Amado Señor: toda tu Palabra está hecha para instruirnos en ella y tener una vida completa Contigo queriendo hacer tu voluntad. Gracias porque por tu bendito amor nos es fácil dejar el pecado y volvernos a Ti con corazón limpio, recibiendo la justificación por tu obra redentora en la cruz. Gracias, muchas gracias por lo que hiciste por nosotros. ¡Bendito Eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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