Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. 2 Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo.
Lucas 4:1-2. NVI.
Lucas 4:1-13.
Versículos del día: Lucas 4:1-2.
MEDITACIÓN DIARIA
Satanás está reinando sobre el mundo. Eso es indudable
y responde a tantas preguntas que viendo la maldad se cuestiona la gente continuamente.
Si Satanás sabía que estaba tratando con el Señor Jesús y aun así lo tentó, ¿cuánto
no lo hace con nosotros? Con razón nos escribe el apóstol Santiago en su Carta:
“Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes” (Santiago
4:7). El Señor nos dejó el ejemplo: sometido completamente a Dios Padre, le
contestó con la Palabra en todas sus tentaciones. Primero lo hizo con la comida
porque sabía que Jesús estaba en el desierto, había ayunado y tenía hambre.
Quiso convencerlo también con los poderes del mundo para que lo adorara y fue
más allá desafiando directamente a Dios. Para todas el Señor obtuvo una
respuesta: “—Escrito está: No solo de pan vive el hombre” (v. 4); “—Escrito
está: Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él” (v. 8); “—También está
escrito: No pongas a prueba al Señor tu Dios —le replicó Jesús” (v. 12). ¿Por qué
tentó el diablo a Jesús? Porque sabía que iba a comenzar su ministerio aquí en
la tierra y a él no le convenía. Muy seguramente eso sucede con nosotros: cuando
va a venir la bendición o cuando el Señor se va a glorificar usándonos, satanás
nos ataca más.
Por eso es tan importante que memoricemos la Biblia
porque no sabemos en qué momento tendremos que resistir al enemigo. Aprendamos
la lección que nos deja el Señor en este pasaje. Recordemos que Satanás no se
queda quieto, entonces la guerra la tenemos que dar y no temerle porque lo que
él hace son patadas de ahogado. Ya el Señor Jesús con su muerte y resurrección lo
venció y está derrotado, pero quiere molestar a quien se deje. El Apóstol Pedro
nos lo vuelve a recalcar: “Practiquen el dominio propio y manténganse alerta.
Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe” (1 Pedro 5:8-9).
Amado Señor: Gracias por tu Palabra que es verdad y es
la que nos conduce a estar firmes en la fe. Enséñanos a no solamente leerla y
aprenderla, sino a memorizarla para tener como combatir al diablo frente a sus
asechanzas. Gracias Señor porque Tú ya lo venciste y no tiene poder sobre los
tuyos. Somos de la patria celestial, del reino del Rey de reyes y Señor de señores.
¡Gloria y Honor a Ti bendito Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
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