¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿No está elevando su voz la inteligencia?
Proverbios 8:1. NVI.
Lectura: Proverbios 8:1-36. Versículo del día: Proverbios 8:1.
MEDITACIÓN DIARIA
Nos llama la sabiduría para que la sigamos: “A ustedes
los hombres, los estoy llamando; dirijo mi voz a toda la humanidad. Ustedes los
inexpertos, ¡adquieran prudencia! Ustedes los necios, ¡obtengan discernimiento!”
(vv. 4-5). La sabiduría nos da prudencia, discernimiento y veracidad. Posee el
conocimiento y la discreción; vale más que las piedras preciosas. En ella está
contemplada el consejo y el buen juicio; el entendimiento y el poder (vv.12 y14).
“Conmigo están las riquezas y la honra, la prosperidad y los bienes duraderos. Mi
fruto es mejor que el oro fino; mi cosecha sobrepasa a la plata refinada” (vv.18-19).
Así que no importa cuánto dinero se tenga, si no hay cordura y sensatez, de
nada sirve.
Cuando el Señor Jesús entra a nuestra vida, por
derecho propio ya la adquirimos como hijos de Dios. El Espíritu Santo comienza
su labor y nos dirige a toda verdad. Sin embargo, es fácil olvidar los
privilegios que tenemos. “En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe
el favor del Señor. Quien me rechaza se perjudica a sí mismo; quien me
aborrece, ama la muerte” (vv. 35-36). El apóstol Santiago afirma que, si nos
falta sabiduría, se la pidamos a Dios que nos la dará generosamente y sin
reproche (Santiago 1:5). No desperdiciemos este regalo tan necesario para la
vida.
Amado Señor: queremos vivir para ti: te damos gracias
porque Tú Eres la fuente de la sabiduría y sin reproche alguno, nos das toda la
que necesitemos. Gracias por enseñarnos a través de ella a portarnos y a vivir plenamente, convencidos de que Te agrada cuando la practicamos.
Un abrazo y bendiciones.
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