(El justo) No temerá recibir malas noticias; su corazón estará firme, confiado en el Señor”.
Salmo 112:7 NVI.
Lectura: Salmo 112:1-10. Versículo del día: Salmo 112:7.
MEDITACIÓN DIARIA
El justo no temerá recibir malas noticias; pues confía
en Dios de todo corazón. Es gratificante encontrar personas así. Yo tengo que
confesar no serlo. Si sé una noticia mala, inmediatamente manifiesto mi
preocupación o lloro. Tengo el ejemplo de mi consuegra que es todo lo contrario;
de verdad es de admirar; en estos casos siempre tiene una palabra de aliento o
positiva. Incluso cuando su esposo estuvo tan grave, ella confiaba plenamente en
que el Señor lo sacaría adelante. Se encargó de darle ánimo a sus hijos,
cuñados y demás familiares. Su corazón estaba seguro y al final vio derrotado
al enemigo (v. 8), cuando Dios dijo sí a su vida a pesar de los pronósticos
médicos. Fue un gran testimonio y por lo menos para mí, una gran lección. “Porque
Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su
luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece
en el rostro de Cristo” (2 Corintios 4:6).
Sí mi consuegra lo tiene claro desde el comienzo, yo
primero tengo que digerir lo sucedido y después lanzándome en los brazos de mi
Señor empiezo a entender y vislumbrar el panorama. Como dice Pablo: somos vasijas
de barro con tan preciado tesoro, para que entendamos que el poder viene de
Dios. “Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no
desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús,
para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo” (2 Corintios 4:8-10).
¡Gloria a Dios por Jesús Nuestro Señor!
Señor Jesús: gracias porque teniéndote a Ti podemos
pasar las dificultades que se presenten con la confianza, de que Tú vas delante
con tu Santo Espíritu reconfortándonos y levantándonos para ver la gloria tuya
en nuestras vidas. Gracias porque cada uno como barro que somos, necesitamos
ser moldeados de manera diferente, pero siempre permitiendo que tu obra sea
exaltada para contemplar Tu Poder y Majestad. ¡Bendito eres buen Señor!
¡Alabado sea tu Santo Nombre!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario