Por eso el Señor se enfureció contra Israel y dijo: Puesto que esta nación ha violado el pacto que yo establecí con sus antepasados y no me ha obedecido, tampoco yo echaré de su presencia a ninguna de las naciones que Josué dejó al morir.
Jueces: 2:20-21. NVI.
Lectura: Jueces
2:1-22. Versículos del día: Jueces 2:20-21.
MEDITACIÓN DIARIA
El pueblo de Israel rompió el pacto que habían hecho los
antepasados al Señor y se volcaron desenfrenadamente hacia la idolatría; por
eso el Señor no permitió que conquistaran totalmente esa tierra. Tuvieron que
vivir con los cananeos y su vida fue difícil al lado de ellos. Además, sus dioses,
se convirtieron en trampa. El pueblo le sirvió al Señor mientras Josué y los de
su generación vivieron. Después de muertos, las nuevas generaciones abandonaron
al Dios de sus padres y adoraron a los ídolos de Baal y a las imágenes de
Astarté. Por su desobediencia, Dios se enfureció contra ellos y los entregó en
manos de invasores que los saquearon. Teniendo nuevamente clemencia hizo surgir
caudillos que los libraran del poder de esos invasores, pero tampoco los
escucharon (vv. 1-19.
Estas situaciones vividas por Israel nos sirven de
ejemplo en este tiempo. Es importante que desde bien pequeños las generaciones venideras,
volteen los ojos firmemente al Señor y nosotros, estar inculcándoles
insistentemente el temor reverente al Señor. Una cosa es bien cierta: si
obedecemos seremos altamente bendecidos; pero si es lo contrario y seguimos nuestro
propio camino desviándonos de la fe en Jesucristo, entonces, las consecuencias
llegarán.
Ya que hemos visto y palpado la bondad y misericordia del
Señor, no busquemos ni indaguemos sobre lo que no, nos incumbe. Satanás no
perderá oportunidad para hacernos caer, desviarnos fácilmente de la Palabra y
resultar haciendo todo lo contrario a lo que ya sabemos.
Amado Señor: te damos gracias por tu Palabra que es
verdad y está ahí, para enseñarnos, corregirnos e instruirnos en justicia.
Deseamos ser obedientes a tu voluntad y no dejarnos llevar por las mentiras del
mundo que fácilmente nos alejan de Ti.
Un abrazo y bendiciones.
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