―Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré.
Mateo 26:33. NVI.
Lectura: Mateo 26:31-35. Versículo del día: Mateo 26:33.
MEDITACIÓN DIARIA
No se puede creer que solamente esto le pasó a Pedro.
¿Cuántas veces no le hemos dicho lo mismo al Señor? No nos digamos mentiras:
pasa una y otra vez; ‘del dicho al hecho hay mucho trecho’. Por eso nos dice Eclesiastés que es mejor
quedarnos calladitos y no prometer lo que no vamos a cumplir (Eclesiastés 5:5).
Yo creo que Pedro se dejó llevar por su temperamento y sus emociones. En
verdad, él deseaba hacerlo, pero la carne es débil. El Señor lo dijo: El
espíritu está presto pero la carne no (Mateo 26:41). Yo en verdad no culpo a
Pedro, porque consciente o inconscientemente muchas veces también hemos negado
al Señor.
Cuando no damos testimonio, cuando nos cuesta
compartir, cuando en una reunión o grupo familiar no somos siquiera capaces de
orar por las comidas, cuando no nos atrevemos a hablar del Señor. Todas esas
situaciones no son más que negarle. Pidámosle perdón al Señor y roguemos para
que al igual que lo hizo con Pedro, también nos restituya para su obra (Juan
21:15-19).
Amado Señor: perdona nuestra debilidad al negarte
también con nuestros actos. Queremos dar fiel testimonio de lo que decimos que
somos. No permitas que el mundo en que nos movemos sea un tropiezo para
clamarte como Rey, Señor y Salvador. Muchas gracias buen Dios. Alabamos y
bendecimos tu Nombre.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario