lunes, 27 de agosto de 2018

Tú llevas a cuestas nuestras cargas


Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. 
Salmo 68:19. NVI.

Lectura: Salmo 68:1-20.  Versículo del día: Salmo 68:19.

MEDITACIÓN DIARIA

Día tras día, así es. Hay que aprender a descansar en el Señor. Aquí nos dice que sobrelleva nuestras cargas y Jesús de Nazaret por eso nos invitó a ir hacia Él. Muy claro afirmó: “Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana” (Mateo 11:28-30 NTV).
No hay la menor duda que con el Señor todas las cosas son más fáciles. Lo oscuro se hace claro y lo borrascoso se torna en apacible calma. Esa es la maravilla de la vida cristiana: aprendemos a vivir pegados del Salvador porque tenemos la certeza que es quien hace todo el trabajo por nosotros. Y cuando descansamos en sus brazos, el mundo puede estar al revés, pero degustamos de su amor incomparable que nos lleva a transitar con la confianza igual a la de un niño que se lanza a los brazos de papá sabiendo que no lo dejará caer ni golpear.
Este es Jesús el Salvador. Quizá estás agobiado, confundido, maltratado, equivocado e inseguro. Hoy Jesús te dice: ‘ven a mis brazos’. De ti únicamente depende si lo tomas o lo dejas.

Amado Jesús: Vengo a Ti cargado, agobiado y cansado del camino para entregarte todo este peso que me está consumiendo poco a poco. Quiero aprender de Ti porque Tu yugo es fácil y quiero tomarlo con la confianza y esperanza de seguir viviendo. Gracias bendito Jesús por darme el sosiego que necesito para llevar mi carga. ¡Te alabo y te adoro!

Un abrazo y bendiciones.

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