jueves, 16 de agosto de 2018

Bendición impartida por nuestro Gran Sumo Sacedote


El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz. 
Números 6:24-26. NVI.

Lectura: Números 6:22-27.  Versículos del día: Números 6:24-26.

MEDITACIÓN DIARIA

Después de todo los rituales concernientes con el tabernáculo y de las leyes dictadas a los israelitas, el Señor le ordenó a Moisés que le dijera a Aarón y a sus hijos, que impartiera la bendición a todo el pueblo de Israel con estas palabras: “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”. Esta bendición es la más común y tiene un significado inmenso ya que son palabras del mismo Dios transmitidas a Aarón y a sus hijos y que luego las darían sucesivamente a los levitas que ejercieran como sacerdotes.
¡Qué hermoso! El mismo Dios bendiciendo; el mismo Dios brotando todo su amor y misericordia hacia los suyos. Y es que ahora podemos ser parte de su pueblo y recibimos su bendición a plenitud: “Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo” (Efesios 1:3),  como raíces injertadas dentro del árbol de Abraham porque nuestro buen Jesús: “llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen y Dios lo nombró sumo sacerdote según el orden de Melquisedec” (Hebreos 5:9-10). Nuestro Gran Sacerdote, el Cordero inmolado es el que nos bendice continuamente. Mi corazón se conmueve al entender tanto amor derramado sobre mí. Alabemos al Señor y démosle gracias por sus palabras de bendición.

Amado Señor: estamos agradecidos Contigo por bendecirnos continuamente y desear para nosotros tu misericordia, protección, amor y paz. ¡Eres el Único e Inigualable Dios  y a Ti damos todo loor, gloria y honra por los siglos de los siglos!

Un abrazo y bendiciones.       

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